Marcela González
Autoritarismo, corporativismo y fuerzas políticas
EDUCC

Páginas: 148
Peso: 0.21 kgs.
ISBN: 9789876260220

El movimiento que derroca el tercer gobierno radical del siglo XX alberga dos proyectos diferentes. Uno de ellos, el nacionalista que defiende un sistema corporativo auspiciado por el general Uriburu, es rechazado por los políticos liberales en los momentos previos a la toma del poder. Pero encuentra en el interventor de Córdoba, Carlos Ibarguren, un intérprete que procura difundirlo desde la provincia, a la que considera clave para su desarrollo. En ese sentido, en los siete meses de gestión alcanza a establecer, autoritariamente, instituciones en el ámbito económico acordes a su objetivo. Mientras por otro carril, y en sintonía con la palabra empeñada por el presidente provisional, buscará conseguir el apoyo de las fuerzas políticas anti yrigoyenistas para formar un partido único de tendencia conservadora que, manteniendo la fachada institucional, permita alcanzar las reformas que posibiliten el cambio de sistema. Documentación del archivo Ibarguren, no trabaja hasta ahora, permite conocer acabadamente el modo en el que el interventor operó y se relacionó con la clase política local que, reacia a los cambios, sólo veía en el movimiento de setiembre la posibilidad de retomar a un tiempo anterior a los gobiernos radicales. La mutua necesidad entre ambos –uno para formar un partido nacional y los otros para llegar al gobierno con el apoyo del poder de facto- articulan una relación caracterizada por condicionamientos, concesiones y discursos complacientes, desarrollada en un escenario en el que otras fuerzas políticas –radicales, socialistas, comunistas y anarquistas- contribuyen con sus acciones, concretas o potenciales, a incrementar el rechazo a la intervención, a medida que ésta avanza en el tiempo. Sin embargo, el fracaso de la gestión de Ibarguren y en consecuencia de las reformas tendientes a modificar el sistema de gobierno, no invalidan sus acción como paradigma de la derecha autoritaria y de un modelo político en el que, con matices, abrevarán regímenes posteriores a lo largo de ese conflictivo siglo XX.